CONCHA VARGAS_ROMNIA Mujer Gitana

Las feministas, gitanas y no gitanas, buscan estos referentes de la mujer que manda en sí misma, como ha hecho Concha toda su vida

Mario Fuentes Aguilar es nuestro cronista del siglo XX. Con sus imágenes ha documentado toda la tradición agrícola de nuestro pueblo y su riqueza cultural. Hace dos años lo vimos en la exposición de otro 50 aniversario, el del Teatro Lebrijano. Pero Mario Fuentes es sobre todo biógrafo de los artistas flamencos de este pueblo. Con sus imágenes es capaz de hilar la trayectoria de muchos de ellos, los más grandes, los más universales. Mario ha querido regalarnos esta imagen de Concha Vargas, mujer gitana, para hablar de sus inicios y de sus años de gloria, cuando Concha como mujer cogió las riendas de su vida y situó el baile gitano en el trono del flamenco. Ha sido su mujer Petrola y nuestra compañera Casti quienes nos han enviado esta fotografía de Concha Vargas en una Caracolá Lebrijana, con decorado de búcaros propios de nuestra tierra.

Flamenco

Conferencia Concha Vargas, El Genio Flamenco_53 Caracolá, julio 2018

Esa Concha que de niña quitó a su padre de trabajar, aún siendo la más pequeña de 13 hermanos.

Siempre se dice en el flamenco que por aquellos años 60 la mujer gitana tuvo difícil la incorporación al mundo profesional. Que sus padres o sus maridos no las dejaban profesionalizarse y entrar de lleno en el mundo del artisteo. Como si en el resto de las profesiones, la mujer estuviera plenamente incorporada al trabajo. Como si en los años 60 hubiera muchas mujeres conductoras de autobuses o mujeres científicas.

Claro que las familias eran reticentes a dejar que las niñas o las muchachas gitanas entregaran sus vidas al escenario. Era un mundo difícil y con muchas dificultades. Pero nosotros conocemos también casos de hombres que pudiendo haberse dedicado al escenario, no lo hicieron porque priorizaron sus tareas familiares a las del espectáculo. Por ejemplo José Vargas El Viá, alguna vez habría que escribir la historia de este gitano de Lebrija que bailando como bailaba no se llegó a dedicar al arte flamenco, aunque sí que pisó algunos escenarios. O el mismo padre de Pedro y Juan Peña El Lebrijano. Mucho se dice de La Perrata, que cantaba solamente en la intimidad familiar hasta que sus propios hijos la convencieron para que subiera a los escenarios y grabara algunas joyas del flamenco. Pero qué me dicen de Bernardo, su marido. Según su hijo en el libro de Los Gitanos Flamencos movía con gracia su cuerpo pudiéndose haber enrolado de joven en la compañía de Concha Piquer pero sus padres no lo dejaron.

Concha Vargas encontró al principio el rechazo de su padre. Tenía que ir a la academia de Pepe Ríos a escondidas, y mira que tenía que coger un autobús y desplazarse de Dos Hermanas a Sevilla siendo aún muy pequeña. A eso se le llama empeño y firmeza en sus convicciones, certeza, seguridad en sí misma. Ahora le llaman empoderamiento de la mujer. Las feministas, gitanas y no gitanas, buscan estos referentes de la mujer que manda en sí misma. Como ha hecho Concha toda su vida.

LA DOBLE LUCHA DE MUJER Y GITANA

En el caso de las mujeres gitanas, la lucha por ser mujer va unida a la lucha por el pueblo gitano. En el primer Congreso de Feminismo Romaní celebrado en Madrid hace ahora dos años, las gitanas en su lucha feminista cantaban en la calle el cante de tío José Heredia: Qué es lo que ha pasao? ¡Que los gitanitos ya se ha revelao! Eso mismo lo cantaba 40 años atrás una jovencísima Concha Vargas acompañando a Mario Maya en el espectáculo Camelamos Naquerar.

Creo que merece a pena que nos paremos aquí para leer literalmente la crítica que tuvo el espectáculo en su estreno en mayo de 1976 en el teatro Lope de Vega de Sevilla. Decía el propio Pepe Heredia: “Camelamos Naquerar es un espectáculo flamenco que tiene como objetivo exponer una situación de injusticia determinada. Hemos querido ceñirnos a la peculiar forma de racismo que con nosotros se sigue practicando desde que, finalizado el siglo XV, los Reyes Católicos firmaron en Medina del Campo una pragmática cruel e inhumana, tendente al exterminio de un grupo: el gitano. Rémora de aquella pragmática y otras muchas, que con la misma intención se sucedieron, seguimos sufriendo en a mayoría de los casos, una clara, manifiesta marginación, opresión y desamparo. Este problema, creemos, explica el meollo de amplias zonas del flamenco, y constituye el tuétano, el raigón, la médula de esta danza de arcángeles morenos”.

Gitanas y gitanos de toda Europa buscando en la actualidad referentes que simbolicen el poder frente a la opresión. La lucha contra el antigitanismo, que también es la lucha de clases cuando el sistema oprime. ¡Cuántas veces hemos comentado que el flamenco está en manos de unos cuantos y, además no gitanos! Las instituciones no hacen más que perpetuar un modelo que no favorece la esencia, la raíz, lo más auténtico. Las asociaciones de derechos gitanos luchan para que se reconozca la aportación fundamental del pueblo gitano al flamenco y a la cultura andaluza.

REFERENTE FUNDAMENTAL

Pues bien, Concha Vargas es un referente fundamental, Concha representa, ahora, ya después de 50 años indiscutibles de carrera profesional, la capacidad de resistencia romaní. ROMNIA significa mujer gitana, mujer romaní, y Concha representa en la historia del pueblo gitano, la fuerza que reside en el testimonio y en su presencia. Concha sobre el escenario es la clara representación de las mujeres gitanas, valientes, que han sabido perpetuar su cultura y su modo de expresión sobre unas tablas, sin dejar escapar su identidad. En los libros de texto no hay rastro de la cultura gitana, la cultura gitana está en la planta, en el empaque, en el testimonio y el baile flamenco que practica Concha Vargas, que está cargado de simbolismo y de expresión. Concha contribuye con su arte para que la voz y la presencia de los gitanos sea cada vez más fuerte, que es la lucha contra la desigualdad de todas estas asociaciones y de todo el pueblo romaní en su resistencia diaria.

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CONCHA VARGAS_La Formación / Japón

Concha Vargas ha hecho de la formación una disciplina flamenca y va unida íntimamente al país de Japón

No es una faceta muy conocida la de la formación en la figura de Concha Vargas. Ahora sí, en las redes sociales se pueden ver anunciadas sus clases magistrales, pero Concha lleva más de 20 años yendo a Japón a dar clases. Esta parte de la conferencia va dedicada a la formación y unida íntimamente al país de Japón, donde decenas de mujeres esperan a Concha cada año para mejorar su baile.

La foto es de Antonio Pérez. Este fotógrafo de Tarifa, que vive en Sevilla, ha conocido el flamenco prácticamente en Lebrija. O al menos ha empezado a interesarse más por el flamenco en cuanto ha sabido ver, a través de su cámara, la forma en la que se vive el flamenco en estas tierras. Sabe ver la flamencura en un gesto y persigue a Concha Vargas como es evidente. Esta foto está tomada en una master class de Concha en Sevilla.

Flamenco

Conferencia Concha Vargas, El Genio Flamenco_53 Caracolá, julio 2018

Concha Vargas ha hecho de la formación una disciplina flamenca. De sus clases un espectáculo. No sé si sabéis que hay alumnas de Concha Vargas que han pagado para entrar en sus clases solamente para mirar. Cuando ya no ha habido plaza, no les ha importado pagar solo para mirar.

Porque Concha pone el mismo empeño en sus clases que en el escenario. La misma pasión, la misma fuerza vital. Cierto es que le encanta: “yo pongo en una balanza mis clases y el baile, y la balanza no se mueve”, nos dice tan expresiva como es ella.

TÉCNICA vs INTUICIÓN

Concha da las clases sin música enlatada, sin radio cassette, no le hace falta. Ella misma hace el compás o canturrea por bulerías. No le importa que haya distintos niveles de conocimiento entre sus alumnas, ni distintas edades. Su experiencia, su energía, su capacidad, hace que transmita eso que hace falta para atreverte a dar una pataíta, sentir el momento preciso y lanzarte al ruedo, sin salirte de compás, que es donde viene la complicación.

Concha te enseña la técnica, por supuesto. Ha formado a bailaoras que ahora se ganan la vida con el flamenco. Pero te ensaña sobre todo a distinguir, como dicen los cabales.

Por supuesto que el baile flamenco tiene sus medidas y sus tiempos, pero el baile de Concha Vargas es otra cosa. A priori se diría que es imposibe de enseñar. Entre la técnica y la intuición, Concha ya nos lo ha dicho en la entrevista que le hicimos para LebrijaFlamenca.com hace unos días, entre la técnica y la improvisación, Concha elige la gitanería, que no es nada menos que la mezcla personal y genial de la técnica con sus maneras de bailar, y sigo usando sus propias palabras.

¿Y eso cómo se enseña? Es por eso que digo que Concha Vargas ha creado también una manera de enseñar distinta a la de otras profesoras. Te enseña el compás lo primero, después los pies, los brazos, el cuerpo, de la mitad para arriba, la cabeza… y la expresión de la cara ¿cómo se enseña? Las clases de Concha Vargas son uno de los sacramentos, enseñarás como yo te he enseñado. Y en esa atmósfera casi tan imponente como la del escenario, una hace lo que puede y otras, han conseguido avanzar casi hasta el milagro.

CLASES EN JAPÓN

Sobre todo en Japón, donde Concha Vargas viaja con su familia, a veces sola, y permanece allí durante semanas. Pasan por sus clases decenas y cientos de alumnas que la esperan con gran inquietud de un año para otro. Concha ha hecho de Japón su segunda patria, y más la quieren allí.

En Japón gusta mucho el flamenco, hay grandes aficionados y no toman gato por liebre. Pensamos que como el carácter de los gitanos flamencos y el carácter de los japoneses es tan diferente, las culturas son tan distintas, pensamos que se atraen como polos opuestos. De otra manera, no hay quién se explique por qué gusta tanto el flamenco en Japón. Los japoneses son más dados a ocultar sus sentimientos, en aquel país mostrar el afecto en público está incluso mal visto. El flamenco es todo lo contrario, es la expresión en sí misma y es por eso quizás que lo admiran. Es como una liberación sentimental, una oportunidad para expresarse, para sacar afuera aquello que tienes en tu interior.

Porque con Japón ni siquiera compartimos el idioma. No hace falta entender las letras. El flamenco ha entrado directamente en el alma de los japoneses, directo al corazón. Así les ha entrado Concha Vargas a todas estas alumnas que la esperan cada año para dar sus clases. No solo les interesa la coreografía o la técnica, a estas alumnas japonesas, y nos lo ha contado una de ellas, les interesa aprender lo profundo. Y ahí está Concha Vargas para enseñárselo.

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CONCHA VARGAS_La Transgresión

El baile flamenco es transgresor en sí mismo, cuando Concha baila descalza sobre los mejores escenarios del mundo está desobedeciendo todos los clichés

Para el fotógrafo Ruven Afanador, el flamenco es “provocación”. Se trata de un fotógrafo colombiano, reconocido mundialmente, que hiao el cartel de la Bienal de 2008 y una provocadora exposición de fotografías en este año por las calles de Sevilla. Ha fotografiado con este estilo suyo tan personal, no solo a las mejores bailaoras como Eva la Yerbabuena, la Farruca, Matilde Coral o Isabel Bayón, sino a otras muchas cantaoras y mujeres gitanas reunidas en su libro “Mil besos”. Mujeres que rompen todos los esquemas, según sus palabras. Y ha fotografíado también a personalidades de la talla de Rossy de Palma, la Duquesa de Alba o Pedro Almodóvar. Concha estuvo en la exposición y el cócktail que dio Ruven Afanador en Nueva York y participará en la película que se está fraguando sobre su obra.

Flamenco

Conferencia Concha Vargas, El Genio Flamenco_53 Caracolá, julio 2018

The New York Times la presentaba con la frase que más se le atribuye a Concha Vargas: dancing tradicional flamenco / bailaora tradicional de flamenco. Pero unas líneas después, el mismo periódico, sigue diciendo: “…aunque su baile no es normal, no es clásico”. Y es que el flamenco, en sí mismo, no es un baile clásico, no es un baile habitual, no es un baile popular. El flamenco en sí mismo es transgresor y más aún cuando se presenta encima de un escenario.

TRANSGRESIÓN = DESOBEDIENCIA

Voy a decir lo que es para mí la transgresión. La transgresión es la desobediencia. El baile flamenco desobedece todas las reglas de los bailes clásicos y contemporáneos. Es difícil de regular, de ajustar… ¿O es normal que la bailaora se pare encima del escenario… y espere al cante… hay que saber pararse, no solo en el baile, en muchas facetas de la vida hay que saber pararse. Y la bailaora espera al cante o espera cualquier otro momento emocional para seguir bailando a compás… eso no es normal, no es lo convencional, ya quisieran muchas bailarinas contemporáneas, clásicas, tener esa oportunidad para pararse, abandonar la coreografía estudiada y expresarse libremente sobre el escenario.

No quiero dar nombres. Bueno sí, lo voy a dar: Rocío Molina. Una buena bailaora de estos tiempos que está triunfando sobre los escenarios. Concha la conoce: “la niña baila bien”, nos dijo un día en sus clases. Es primera figura del baile flamenco en la actualidad, la contratan en todos los teatros. Y es, según ella misma anuncia y se hacen eco los medios de comunicación, la transgresión del baile flamenco, va rompiendo moldes. Pues bien, a Rocío Molina le pasa una cosa, su base es la escuela. Esta joven bailaora no parte de la base privilegiada, única, si quieren llamarla tradicional o pura, de la que parte Concha Vargas. Concha Vargas tiene en su ADN la esencia y después rompe los moldes. Eso no es mejor ni peor, eso es fundamental. Porque Rocío Molina se tira al suelo en sus espectáculos y parece que es la primera bailaora que se tira al suelo o que fuma sobre el escenario. Y eso lo ha hecho ya Concha Vargas hace años, cuando le dijo a Andrés Marín: “yo me atrevo con tó”. La llamó un día allá por el 2010, y le dijo, “te necesito a ti Concha, para mis espectáculos, porque eres la vanguardia del flamenco”. Andrés Marín lo tenía claro, quería romper, inventar,… buscaba en el baile la parte animal, no la reflexiva. Cuando Andrés Marín salía al escenario con una gallina en la cabeza “viva y sin atar”, como nos relata Concha Vargas en esta entrevista nuestra, ya le habían preparado la escena La Macanita y Concha Vargas por romance y por bulerías.

Creo que merece la pena que leamos aquí la crítica que tuvo el espectáculo Tuétano de Andrés Marín en el ABC de Sevilla: “Sale Concha vestida de cuero, fumando y hace algo más que bailar. La lebrijana se echa al suelo, despereza su pelo y después baila a pies descalzos, como en todo el montaje, pero eso sí, no pierde en ningún momento su esencia de bailaora más racial, igual que hace más de 30 años, cuando experimentó al lado de Mario Maya”.

CAMELAMOS NAQUERAR

Porque qué fue CAMELAMOS NAQUERAR en aquellos años 70. Un especctáculo flamenco, que incorpora el teatro, una obra escrita por un estudioso, un catedrático de Granada, Pepe Heredia, con la dirección de Mario Maya, sencilla, con dos cantaores, dos guitarras y al baile Mario Maya y Concha Vargas, un escenario austero y mucha verdad. Pero ¿qué significó este espectáculo? Concha empezaba su carrera profesional y estaba acostumbrada a los festivales y los tablaos flamencos. Así que se maquilló para salir al escenario como tenía aconstumbrado. Y como ella misma nos relata, el propio Mario Maya, que era un genio, le dijo: “sobrina, lávate la cara que esto es otra cosa”. En unos años en los que todavía se olía la dictadura y la falta de libertad. Todavía había leyes que perseguían a los gitanos por el mero hecho de ser gitanos. Y este espectáculo decía: queremos hablar, camelamos naquerar. Y una jovencísima Concha Vargas se atreve, rompe todas las normas establecidas y triunfa sobre las tablas, les llovieron los contratos.

Hay otra entrevista que os recomiendo. Una de las mejores entrevistas que le he leído a Concha Vargas. La que le ha hecho su nuera Nuria Sánchez para la revista digital StafMagazine. En esta entrevista Concha habla de muchas cosas, pero destaca también esta faceta de la que estamos hablando, de su lado transgresor. Habla de la etapa de experimentación que vivió con Andrés Marín, de todo lo que ha hecho fuera del protocolo que exige el flamenco. Pero habla sobre todo de la música que hace su hijo Quentin Gas que fusiona la psicodelia, el rock y el flamenco. Concha Vargas es capaz de intervenir en estos conciertos, que suelen celebrarse en festivales con un público muy diferente al flamenco, y bailar mientras suena la guitarra eléctrica y le cantan en inglés. “no estoy aferrada al flamenco, dice ella, estoy abierta a todos los estilos siempre que sea buena música”.

TRANSGRESIÓN vs TRADICIÓN

Y eso es lo que quiero que ustedes entiendan. El baile flamenco es transgresor en sí mismo. Hay poco que añadirle para que rebele los corazones. Cuando Concha baila descalza sobre los mejores escenarios del mundo está rompiendo moldes, está desobedeciendo todos los clichés. Cuando una bailarina clásica quiere bailar descalza, a lo sumo se pone medias de punta. Concha baila descalza con las uñas de los pies pintadas, porque Concha es sensual en el baile y pura a la vez. Concha es a la vez el respeto, lo decente, lo pudoroso, y también es la revolución, la perturbación, la alteración en el baile. Concha no te deja indiferente. No estoy diciendo que no necesite técnica, que no pueda formar parte de un espectáculo previamente establecido, ensayado, lo que digo es que lo que Concha aporta al espectáculo es lo que transgrede, lo que trasciende… ¿la tradición? ¿la evolución? Lo dejo a vuestro criterio.