El músico e investigador PEDRO PEÑA FERNÁNDEZ: “Soy guitarrista gracias a Antonio Mairena”

El Festival de Cante Jondo de Mairena reconoce el papel fundamental del lebrijano Pedro Peña Fdez en el flamenco

El lebrijano Pedro Peña Fernández presenta su carta de identidad: “nací en una familia gitana de música ancestral, una familia que aportó mucho relieve y profundidad a nuestro flamenco”. Con modestia, pero con la autoridad que le confiere esta carta de presentación, recibe el reconocimiento del Festival de Cante Jondo de Mairena en su 56 edición, rodeado de sus hijos y nietos, y acompañado de otros artistas como las bailaoras Cristina Hoyos y Pepa Montes; el guitarrista Ricardo Miño, y el cantaor Calixto Sánchez, entre otros.

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LVI FESTIVAL CANTE JONDO MAIRENA_Homenaje a Pedro Peña Fdez

En todo momento queda patente la relación tan estrecha que vivieron la familia de los Peña de Lebrija y el cantaor Antonio Mairena, que solía visitar la localidad lebrijana en busca de voces y estilos de gitanos aficionados, tanto de la fértil familia artística de Pedro como de otras familias gitanas de Lebrija.

“Yo soy guitarrista gracias a Antonio”, explicaba con palabras de agradecimiento Pedro Peña en la ciudad del mítico cantaor, “un día me vió en la calle Sierpes y esa misma noche toqué con él en Huelva; todo lo aprendí de él”. Ambos artistas son piezas findamentales en la génesis y consolidación de los festivales flamencos de Andalucía. Pedro Peña ha sido jurado en el concurso de cante que organiza el festival de Mairena desde sus comienzos y les unió una íntima colaboración profesional hasta el último disco de Antonio Mairena “El calor de mis recuerdos” de 1983 en el que tocó alguitarra junto a Enrique de Melchor.

“Para mí, tocarle a Antonio Mairena fue muy fácil y a la vez muy complicado”, sigue emocionado Pedro Peña, “muy fácil porque sentíamos el compás de la misma forma, y muy complicado porque tenía una belleza, una delicadeza y una profundidad increíble”.

Además, ambos artistas, Antonio Mairena y Pedro Peña, han querido indagar en el origen y la forma de lo jondo, otorgándole al cante flamenco una categoría y una expresión única que es lo que lo hace universal. El libro de Los Gitanos Flamencos de Pedro Peña (comprar en Amazon.es) es de obligada lectura para quien ama el flamenco y se ha convertido en libro de cabecera de estas páginas de LebrijaFlamenca.com

Los reconocimientos le venían a Pedro Peña de parte del pueblo de Mairena, de su alcalde Ricardo Sánchez Antúnez, y del presidente de la Casa del Arte Flamenco “Antonio Mairena”. También el alcalde de Lebrija, José Barroso, quiso sumarse a este homenaje con unas palabras enviadas desde su recién estrenado puesto institucional: “Lebrija es lo que es gracias a los Peña y quiero dejar constancia del papel fundamental de Pedro Peña Fernández como impulsor de nuestra cultura”.

Se anunciaba un homenaje lleno de sorpresas, y éstas llegaron de la mano de su hijo, el guitarrista y productor musical, Pedro María Peña, que llevó con su sonanta varias creaciones musicales de su padre al escenario. Por una parte, el hijo y nieto del homenajeado Pedrito Peña, interpretó por bulerías unas letritas de su abuelo; y por otra, la cantaora lebrijana Anabel Valencia colmó de gitanería y profundidad el tema “DiAna” del propio Pedro Peña, cargado de poesía y emotividad.

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LVI FESTIVAL CANTE JONDO MAIRENA_Homenaje a Pedro Peña Fdez

 

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LVI FESTIVAL CANTE JONDO MAIRENA_Homenaje a Pedro Peña Fdez

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LVI FESTIVAL CANTE JONDO MAIRENA_Homenaje a Pedro Peña Fdez

MANUEL DE PAULA: reconocimiento a una trayectoria en busca de una expresión personal y comprometida con el arte

La VIII Velá Flamenca rinde homenaje al cantaor de Lebrija Manuel de Paula, que agradece el acto arropado de su familia

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VIII VELÁ FLAMENCA 2017_Homenaje a Manuel de Paula

La gran fortuna en cultura que tenemos en Lebrija se debe mucho a los diferentes artistas y aficionados que, con su aportación mediante un valor tan enraizado de nuestra tierra como es el flamenco, hacen que seamos cuna, centro y ventana donde se asoma la nueva generación.

Y uno de estos artistas culpable de esta fortuna es Manuel Valencia Vargas para fuera y Manuel de Paula para dentro, bonita comunión entre dos barros, así defino a este cantaor cabal y errante como la raíz de su sangre, donde Lebrija pellizcó su honda para que paseara por las habitaciones del flamenco más oscuras y trágicas.

Pertenece a una familia flamenca lebrijana de jornaleros del campo, su padre Manuel Valencia ¨el C aneco¨ y su madre Ana Carrasco, donde su niñez estuvo enredada entre las luces y sombras de aquellos cortijos y gañanías donde, y es opinión personal, su cante se resume en esa frase que inmortalizó esa enciclopedia flamenca que es Antonio Mairena: ¨la pureza del cante es el sabor al paisaje¨.

Nace en 1956 como el quinto de seis hermanos, donde sus telarañas del cante le reviene de dos casas cantaoras, su abuela materna Josefa Peña ¨la Rumbilla¨ y de su tía abuela Antonia Pozo. No hay que olvidar una escuela muy importante en su vida, Fernanda la Vieja, abuela de Pedro Bacán. Desde niño despuntaba solo con esa manera de escuchar y ver lo que se organizaba en esas grandes reuniones flamencas. Y fue sobre el año 71-72 cuando cantó por primera vez, en la caseta de los gitanos: ¨un niño en la vida y un viejo en la sangre¨.

En sus principios ha sido un aficionado que ha viajado mucho para escuchar y aprender, como por ejemplo a El Portal para escuchar a “La Bolola”. Manuel de Paula tiene muchos referentes donde ha fraguado su peso al sello a la hora de cantar, como esa enciclopedia de Antonio Mairena, ese Príncipe de la Alameda como es Tomás Pavón, El Serna, Mojama o el sombrío genio hispánico, como definió Lorca a La Niña de los Peines. Pero su gran apogeo en ese comienzo fue el concurso de Mairena de aficionado, donde lo ganó, y donde estuvo de jurado Antonio Mairena, cantó por soleá, seguiriyas y bulerías. Pero me cuentan una anécdota de aquel día, me dicen que Mairena venía de enterrar a esa voz enjaretada de cañas del río como es la de Juan Talega, y que Manolito de Paula cantó una letra por seguiriyas que dice así: “Madre mía de mi alma, tengo una pena, esta noche he cantao donde fue figura Juan Talega”. Después de escuchar aquello de aquel niño de entre 14 y 15 años, Antonio pidió una botella de wisky e invitó a Manuel que se quedara allí, ya lo demás lo que pasaría allí dejemos volar nuestra imaginación.

Desde que salió por primera vez estuvo muy arropado por su familia y le dieron toda la libertad para que construyera su camino como cantaor. He aquí una frase de su hermano el mayor José: ¨dejadlo que él sabe lo que hace¨, sabias palabras de un genio, gloria donde esté!!! También esos mano a mano con su madre, Ana Carrasco ¨La Canaria¨, que era su guía y su soporte, y me dicen que la Nochebuena en su casa eran de 24 horas, por los que llegaban y lo que se formaba.

Su primer disco, su gran ilusión, El cante grande de un niño gitano, con las guitarras de Melchor de Marchena y el joven Pedro Bacán. Antonio Murciano en el prólogo del disco hace una biografía de este niño y he cogido esta frase para describirlo: ¨Manuel de Paula es un pequeño milagro moreno de Andalucía¨. A partir de estos  momentos este cantaor empieza a labrarse su metal, empieza a darle voz a su fragua cantaora y a consolidarse en los grandes festivales, a viajar por los rincones del globo, a grabar un gran números de trabajos discográficos: Esta tierra es la mía, Campo Joven, Romance de Manuel Justicia, Azabache… y su último disco fue Como oro en paño, que quizás resume la pureza del pozo hondo de Manuel de Paula.

Otra virtud de este artista es su horizonte interpretativo, desde que un año lo escuchó Mario Maya en la Feria de Sevilla, surgió una simbiosis entre ellos y se llevó 6 años girando por teatros del mundo. De ahí que Manuel ya no se conforma con sus actuaciones a nivel personal, destapa su creación. A la enseñanza de Mario le da alas para tocar el arte escénico vinculado al flamenco ortodoxo y a las representaciones de historias gitanas ante el público. Ejemplo: Chachipén (Verdad en romanó), El Patio de la Rumbilla, Majarí Calí (Virgen Gitana en romanó), An ca Paula.

También hay que dejar renombrado a dos echuras de guitarras flamencas que mucha culpa tuvieron en su trayectoria: Pedro Bacán, una astilla del palo lebrijano a la que pertenece Manuel, y su compadre Manuel de Palma.

Nunca ha sido un artista acomodado a lo tradicional, ha sabido poner al día y renovar la esencia y la pureza más tradicionales, ya sea a través de la interpretación o mediante sus discos y recitales. Siempre asumió el papel como cantaor comprometido con la libertad y con su sangre, desde aquellos años de denuncias y reivindicaciones de los 70 hasta en la actualidad. Y por estos motivos resumidos le damos un reconocimiento a su trayectoria, a su amplia experiencia, sus conocimientos, su personalidad, por ser guardián de la guarida gitana de Lebrija, a su búsqueda de una expresión personal y comprometida con el arte, y me dan razones más que sobradas para considerar a Manuel de Paula lo bien parido y lo bien nacido en primer orden, para ser referencia para muchos y para que no pare de quejarse hasta que su sangre lo mande.

Al calor de la fragua de Daniel Salguero

La Choza de Juaniquín de El Cuervo se despide con una convivencia entre todos los organizadores y participantes

Artistas, organizadores y participantes despedían el V Ciclo de La Choza de Juaniquín con una convivencia entre amigos. Este festival, que se celebra cada año en El Cuervo, conserva aún la frescura de los festivales nuevos, la inocencia podríamos decir, o la sencillez, de los que empiezan y ponen en él su trabajo y sus anhelos.

El festival crecerá, porque han acertado. El Ateneo Arbonaida recupera la figura del cantaor Juaniquín a la vez que reivindica el cante jondo con todas sus consecuencias y filosofía de vida, y a la vez que sitúa a El Cuervo en la geografía privilegiada del cante flamenco. Crecerá, decimos, pero ojalá no abandone ese ambiente de amistad generoso que desprenden sus integrantes. En la convivencia, celebrada en la antigua fragua del lebrijano Daniel Salguero, estuvieron presentes los artistas José Olmo y Juanelo, además del guitarrista de Las Cabezas, El Lirio; así como otros familiares de Juaniquín y los miembros organizadores del Ateneo Arbonaida. El propio Daniel Salguero, cantando pos soleá, agradecía como los viejos gitanos tanta concurrencia en su casa.

Las fotos revelan esa convivencia y camaradería, quedando el cante como vehículo de expresión, siempre por encima de todas las cosas.

 

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Clausura LA CHOZA DE JUANIQUÍN 2017_La Fragua de Daniel Salguero


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Clausura LA CHOZA DE JUANIQUÍN 2017_La Fragua de Daniel Salguero

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Clausura LA CHOZA DE JUANIQUÍN 2017_La Fragua de Daniel Salguero