10 Momentos flamencos que lo cuentan todo ZAMBOMBA DEL BOCHO con sabor gitano 2017

El flamenco roza su máxima expresión cuando el espacio se transforma y la convivencia se hace dueña de la fiesta

#Flamenco #EspacioCompartido Si hay un espacio flamenco en Lebrija es el Bar del Bocho en la Barriada de Blas Infante. Ha habido mucho y habrás más, porque la magia del flamenco es itinerante y espontánea, puede surgir en cualquier momento y en cualquier lugar. Pero la familia del Bocho ha sabido preparar el terreno y sembrar, y no hay duda de que su establecimiento, el bar Casa Bocho es cobijo de todos los flamencos hoy por hoy en Lebrija. El ejemplo es su ZAMBOMBA CON SABOR GITANO, os dejamos aquí unas imágenes que lo cuentan todo:

Flamenco

X ZAMBOMBA CON SABOR GITANO de Bar Casa Bocho en Lebrija 2017

Flamenco

X ZAMBOMBA CON SABOR GITANO de Bar Casa Bocho en Lebrija 2017

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X ZAMBOMBA CON SABOR GITANO de Bar Casa Bocho en Lebrija 2017

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X ZAMBOMBA CON SABOR GITANO de Bar Casa Bocho en Lebrija 2017

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X ZAMBOMBA CON SABOR GITANO de Bar Casa Bocho en Lebrija 2017

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X ZAMBOMBA CON SABOR GITANO de Bar Casa Bocho en Lebrija 2017

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X ZAMBOMBA CON SABOR GITANO de Bar Casa Bocho en Lebrija 2017

Lebrija

X ZAMBOMBA CON SABOR GITANO de Bar Casa Bocho en Lebrija 2017

DIEGO CARRASCO FAMILY CLUB // 50 años al son de Jerez

Numerosos artistas invitados pasan por el cumpleaños aportando cada uno la singularidad de su arte

Solo recuerdo la misma impresión en un concierto que tuve el lujo de asistir de Buena Vista Social Club en La Habana allá por los años 90. Cuando Compay Segundo y los mejores músicos del mundo reventaron el Teatro Nacional de Cuba, y literalmente, las butacas saltaron por los aires. El concierto que ofreció Diego Carrasco el pasado sábado, 11 de noviembre, tuvo desde el recibimiento que se le hizo al artista, formato de gran estadio de fútbol porque allí lo único que sobraron fueron las butacas del Villamarta.

Fue un cumpleaños por todo lo alto: 50 años de compás, 50 años de carrera profesional en los que Diego Carrasco ha cultivado un estilo personalísimo que ha creado escuela. 50 años en los que ha ido recopilando grandes temas que representan cada una de las décadas vividas. Como las primeras figuras del rock, de los ritmos latinos, del jazz o también del flamenco, por qué no, Diego Carrasco se ha convertido en un ídolo para el gran público… sin salirse del compás.

Flamenco

Concierto de Diego Carrasco No M’arrecojo en el Villamarta de Jerez_noviembre 2017

 

Flamenco

Concierto de Diego Carrasco No M’arrecojo en el Villamarta de Jerez_noviembre 2017

Numerosos artistas invitados fueron a felicitar al maestro, cada uno aportó su mejor regalo, su singularidad en el escenario. Nos quedamos con la gitanería de Remedios Amaya, tocando el cielo con su quejío en la Nana de Colores; y con el compás arromanzado de Lebrija, que mostró la diferencia dentro de una misma familia. El tío Pedro Peña es pura sabiduría, José Valencia demostó su poderío templándose en las bulerías, e Inés Bacán roza lo sagrado con su cante. Vinieron arropados con la guitarra de Pedro María Peña, que además era el director musical del espectáculo, el baile también parado de Fernanda Peña y varios sobrinos a las palmas. “Mi familia de Lebrija”, presentó Diego Carrasco, e hizo su pataíta por bulerías jaleado por el coro de Alahéa.

La voz dulce, que ahora es tendencia en el flamenco, la puso Silvia Pérez Cruz, con las Mariposillas Verdes, en compañía de la guitarra de Diego del Morao, acordándose Diego Carrasco de Moraíto Chico en más de un momento sobre el escenario; se incorpora Curro Carrasco de Navajita Plateá y el violín de Faiçal Kourrich que sellarán el aire durante el concierto. Mención obligada a los instrumentistas eléctricos Jorge Gómez e Ignacio Cintado, los coros de Carmen Amaya y Amparo Lagares, y la percusión de Ané Carrasco y Juan Martínez.

Camarón en muchos momentos presente, le hace honores Arcángel con el sobrecogedor Dicen de Mí. De Cádiz nos viene el age y la gracia de la Chirigota del Selu y el poeta de la Bahía, Javier Ruibal, que le faltó aparecer ataviado con la chilaba marroquí con sus aires de un lado y otro del Estrecho. La escuela de Diego Carrasco tiene mucho que decir todavía, unos han volado ya y otros quedan en el redil. Joselete de Musho Gitano entona el afamado Alfileres de Colores, y Maloko y Juan de la Morena lo acompañan en el estreno del tema No M’arrecojo llamado a convertirse en himno jerezano, con el acierto de los Gipsy Rappers. Un broche final para un concierto que no se va a olvidar fácilmente en Jerez de la Frontera.

Dejamos aquí la frecuencia fotográfica de la noche:

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Concierto de Diego Carrasco No M’arrecojo en el Villamarta de Jerez_noviembre 2017




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Concierto de Diego Carrasco No M’arrecojo en el Villamarta de Jerez_noviembre 2017

Música para soñar ante la barbarie

SUEÑAN EN ALEPO es un cortometraje evocador que nos sitúa frente a la guerra a través de la música de Rycardo Moreno

Rycardo Moreno escribe una oda musical que nos sitúa frente a la guerra, en el plano de la belleza. El guitarrista comenzó a visualizar este poema melódico en las jornadas solidarias con el pueblo sirio que se organizaron en Lebrija en marzo de 2016 y en las que también participaron otros flamencos como José Valencia, Javier Ruibal y Soraya Clavijo (ver aquí). En palabras de Rycardo, improvisando con su guitarra “intentaba expresar cómo un niño está soñando y lo despierta el bombardeo”.

Este sentimiento conecta de forma inevitable con la prosa poética de Eduardo Galeano y su microrelato incluído en El Libro de los Abrazos: “Las Huellas Digitales”. Rycardo Moreno compone una oda para ensalzar el derecho de los niños y niñas a soñar en paz, y encuentra en el texto de Galeano su réplica más justa, su tono más exigente y real.

El tema es que, como dice el propio Rycardo Moreno, no se sabe quién encontró a quién: “dejé que el libro me escogiera a mí” y el resultado es el último disco del compositor y guitarrista que pone música y rinde homenaje aGalenao. Y este tema Sueñan en Alepo es el resultado de varios encuentros, primero el de la música de Rycardo y el texto de Galeano, y ahora el de la música y las imágenes sugerentes que forman parte de un cortometraje evocador que nos lleva a los campos de refugiados sirios y continúa reivindicando la magia y el espíritu contra la injusticia y la guerra.

Detrás de las imágenes el joven productor audiovisual lebrijano, Manuel Granados del Toro. Imágenes de gran delicadeza para denunciar la barbarie simplemente a través de la belleza. El cortometraje se sirve de la infancia para reivindicar la ternura frente a la barbarie. Las imágenes llaman al sur, territorio e identidad sin fronteras.

También se pueden ver las fotografías de Jesús Blasco de Avellaneda, realizadas en los campos de refugiados de población siria. Un periodista, fotógrafo, productor audiovisual relacionado con el periodismo humano que no entiende su profesión sin denuncia y compromiso.

Y sobre todo la música y el compás. La oda musical se acompaña del acordeón de Joao Frade para desembocar en unas bulerías cargadas de compás ¡agua! La guitarra de Rycardo Moreno que evoca optimismo al fin, para transportarnos a ese mundo mejor al que nos lleva también Galeano. Os dejamos aquí algunos fotogramas del cortometraje cedidos por Rycardo Moreno:

Y con la voz de Sandra Carrasco nos llega al fin el poema LAS HUELLAS DIGITALES, de Eduardo Galeano:

“Yo nací y crecí bajo las estrellas de la Cruz del Sur. Vaya donde vaya, ellas me persiguen. Bajo la cruz del sur, cruz de fulgores, yo voy viviendo las estaciones de mi suerte.

No tengo ningún dios. Si lo tuviera le pediría que no me deje llegar a la muerte: no todavía. Mucho me falta andar. Hay lunas a las que todavía no ladré y soles en los que todavía no me incendié. Todavía no me sumergí en todos los mares de este mundo, que dicen que son siete, ni en todos los ríos del Paraíso, que dicen que son cuatro.

En Montevideo, hay un niño que explica:

- Yo no quiero morirme nunca, porque quiero jugar siempre”.