La cantaora lebrijana abre el Festival del Valle Gitano en Sevilla con el acompañamiento de Curro Vargas
Las murallas de Sevilla tiene cimientos históricos que se remontan siglos atrás. Así es el cante de Anabel Valencia. Se sujeta en los pilares de su memoria y se renueva cada día con su emoción y su sentimiento.
Anabel Valencia llega al escenario por alegrías, dejando la sentencia para más adelante. Se presenta como “gitana y cofrade” y agradece la invitación a participar en el Festival del Valle Gitano a la Hermandad de los Gitanos de Sevilla. Continúa por tangos y se adueña del escenario. Está acompañada de la guitarra de Curro Vargas y el compás de Juan Diego Valencia y Manuel Valencia.
El veredicto final llega, como decíamos más tarde, por seguiriyas. Olés en el público para ella y para su padre Mantequero. En el público mucha gitanería, familia y amistades de Sevilla y de Lebrija. El final llega por bulerías y Anabel Valencia reivindica su localidad natal. Derrocha energía y conecta con el público. Letritas cortas y coplas por bulerías. Las murallas siguen intactas, testigo presencial del cante de esta gitana. En la sencillez está lo original y lo más fresco, y Anabel Valencia hace bailar a su hermano Juan Diego por bulerías: “Miradlo bien, miradlo bien, que hasta bonitos tiene los pies”.