La familia del cantaor y muchos de los artistas que aparecen en las fotografías arroparon a la fotoperiodista Araceli Pardal
El recuerdo de Curro Vargas flotaba en el ambiente. Su familia acudió con cariño a la llamada de la fotoperiodista y autora de las fotografías de la Exposición FlamencoPATRIMONIAL, dedicada al cantaor desaparecido recientemente. Fue como volver a decirle adiós, o como volver a tenerlo cerca. Porque parece mentira que Curro Vargas no esté ya entre nosotros.
Se dijeron cosas preciosas de su cante y también se su persona. Un hombre agradecido, generoso, que nunca pidió nada a cambio. Un buen gitano que cantaba como vivía. O vivía como cantaba. orgulloso de su herencia, sabía de sobra cuando había cantado bien. Su soleá o sus fandangos resonaban en el ambiente.
En el patio de la Casa de la Cultura de Lebrija, presidido por el delegado municipal de Cultura, Pepe Martínez, se dieron cita familiares de Curro Vargas, su hermano Manuel de la Costá y muchos sobrinos, así como lso artistas que aparecen en la exposición de fotos que llena también el vacío que este año deja la Caracolá por causa del coronavirus.