La Hermandad de los Gitanos de Lebrija recuerda sus 50 años de historia

Hermanos Mayores, capataces, costaleros, mayordonos, camareras… rememoran el origen desde la reorganización

La Hermandad de los Gitanos de Lebrija recordó en la tarde del viernes, 5 de octubre, los 50 años de historia desde su reorganización en el año 1968. Personas que han tenido responsabilidades en la Hermandad, formaron parte de una mesa redonda en la que se acordaron de los orígenes y de numerosas anécdotas desde la reorganización de la Hermandad hace ahora 50 años.

Formaron parte de la mesa redonda Sebastián Carrasco Peña, Diego Carrasco, Tomás Peña, Juan Luis Vargas (actual Hermano Mayor), Diego Carrasco, José Carrasco, Francisco de Paula Carrasco y Bernarda Carrasco. Esta actividad se celebró en la Casa del Flamenco de Lebrija y estuvo moderada por José Vargas “Kilito”. El patio de la Casa del Flamenco lleno, lo que da idea del interés que generan las actividades conmemorativas del 50 aniversario, que se celebrarán durante todo el mes de octubre (programa completo pincha aquí).

José Carrasco se refirió a los principios de la Hermandad y se acordó de dos personas “que eran como una sola”: su padre Curro Carrasco y Bernardo Carrasco “Mantequero”. Salieron otros nombres a relucir como el de Blas Agustín y el matrimonio formado por Emilio Mendaro y Marqiquita Torres.

Diego Carrasco, que donó a la Hermandad un libro con apuntes de su historia, contó dónde estaba el Cristo antes de su primera procesión, en una capilla del Patio de los Naranjos de la Parroquia y en malas condiciones. Contó la reunión de la primera Junta y cómo el sentimiento de hermandad ya existía entre los gitanos antes de esto: “en los cortijos se echaba el pañuelo si alguien necesitaba una ayuda, había muchas penurias en aquellos tiempos”.

Se sucedieron las historias, una mujer de Sevilla que ha donado todos los años dinero para las luces de la capilla y para las flores del paso; las capas que sacaron los primeros hermanos, seña de identidad de esta Hermandad; algunas difíciles de olvidar como el incidente del año 95 justo en la salida de la procesión…

Una Hermandad con señas propias. Dice Tomás Peña: “podemos contar muchas historias y siempre llegamos al mismo sitio, a nuestros mayores, los responsables de que hoy tengamos una Hermandad de los Gitanos en la calle”. Y muchas personas que son imposible de enumerar, las bordadoras, los pregoneros,… acontecimientos importantes como cuando se buscaba una Virgen para la hermandad o la compra de la casa hermandad.

Diego Carrasco “el Largo” se refirió a la decisión de ponerle palio a la Virgen: “yo por aquel entonces era partidario de que el techo de la Virgen fuera de nubes o de estrellas”. También Diego Carrasco “el Chito” se refirió a otra de las señas que se perdieron: “nos obligaron a quitarnos las capas porque nos decían que la penitencia tenía que ser con la cara tapada”.

Justo cuando se ponía interesante el debate hubo que acabar. Habrá tiempo para más, la próxima conferencia es el miércoles 10 de octubre sobre “Los Gitanos y su Hermandad”.

Sobre Araceli Pardal

Periodista. Vivo en Lebrija.
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