TOMÁS DE PERRATE, entre la ortodoxia familiar y la experimentación de vanguardia

La Bienal de Flamenco trae al Teatro Central un nuevo proyecto de Tomás de Perrate en el que indaga sobre la música antigua

Una de las cosas que caracterizan al flamenco es cantar con gusto. El cante gitano tiene un eco de voz que se adquiere con las cosas vividas, escuchando a los demás, especialmente a los mayores. Tomás de Perrate canta con un gusto especial, entona como solo lo hacían sus ancestros y por soleá remueve las entrañas.

Que vaya por delante que estamos absolutamente a favor de la libertad creativa del artista. Faltaría más que precisamente los mejores, los que están dotados de esa sabiduría que les da el haber crecido en una familia gitana privilegiada en el ámbito del flamenco, no tuvieran derecho a avanzar, a innovar, o a experimentar con los sonidos negros, como dice el programa de “Soleá Sola”, el espectáculo que este año 2018 presenta Tomás de Perrate en la Bienal de Flamenco de Sevilla.

Lo que pasa es que esa experimentación habrá que hacerla con gusto, desde el flamenco y construyendo algo que engrandezca este arte. La documentación y la indagación en otros ámbitos musicales dispares puede venir bien, la búsqueda de “un concepto de vanguardia que ha reelaborado el actual flamenco” no siempre tiene un buen resultado. Los músicos del Proyecto Lorca y el afamadísimo Raúl Refree, acompañaban al cante. No se sabía si desafinaban adrede y se salían de compás para fastidiar o por puro desconocimiento. Incluso el guitarrista Alfredo Lagos parecía acelerar su guitarra por recomendaciones mal hechas. Tomás de Perrate gustaba más cuanto más se salía del experimento. Y la nana de Inés Bacán no encajó en ese lío.

Demasiados propósitos para una misma historia: no traicionar a su familia y al flamenco de Utrera, del que es un claro representante; la experimentación con la psicodelia o la música de vanguardia, a la vez que se investiga con la música barroca o antigua, y la aproximación, también, a la música popular, llámese tangos o alguna que otra sevillana que pareció sonar en algún momento del espectáculo.

Como no somos reaccionarios, sino puristas y ortodoxos, y leales al flamenco sin complejos, al que duele y al que emociona, vamos a destacar algunas de las cosas que nos gustaron de esta aventura nueva de Tomás de Perrate, porque sabemos que eso también lo hace especial y único, esa necesidad de crear, esa fuerza vital que le empuja tanto a recordar a su padre Perrate de Utrera como a rescatar una cancioncilla e inventarse una nueva toná.

De la parte de experimentación, nos quedamos con el romance de Melisenda Insomne, que cantó Tomás acompañado de la guitarra de Alfredo Lagos, cuya musicalidad se comía al saxo y la batería afortunadamente, para desembocar en las seguiriyas sacras, no por su introducción en latín, sino por la manera de transmitir de Tomás cuando ya se mete por derecho.

De la parte más flamenca, nos quedamos con una magnífica soleá al golpe que le da título al espectáculo, sobre una mesa de palo y acompañado por los nudillos. La ristra de soleares de la Serneta con sus clásicas letras inconfundibles “presumes que eres la ciencia”, “por la ley que profesamos”, “sale el sol cuando es de día”, para el deleite de los nostálgicos. Y el infundio protagonizado por la guitarra de Paco de Amparo por bulerías y cuplés, rememorando la pareja mítica formada por el viejo Perrate y Diego del Gastor.

Flamenco

Tomás de Perrate en la Bienal de Flamenco de Sevilla 2018

Y nos quedamos con el age y la naturalidad de Tomás sobre el escenario, que desde el principio ya advertía que aquello estaba “lleno de chismitos”, con una escenografía e iluminación inexplicables. Y le decía “arza!” a Refree cada vez que remataba un tema quitándole hierro al asunto. La última canción es una chacona, una melodía barroca que Tomás saca de las partituras para recrear una boda medieval y hacernos sentir de nuevo en Utrera. ¡Venga ya, Tomás! Que tú aliñas los tomates.

Las fotos que siguen son cedidas por la Bienal de Flamenco de Sevilla:

 

Sobre Araceli Pardal

Periodista. Vivo en Lebrija.
Añadir a favoritos el permalink.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *

Puedes usar las siguientes etiquetas y atributos HTML: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <strike> <strong>