Alrededor de la figura de Inés Bacán gira el universo de una familia privilegiada en la nobleza y generosidad del flamenco
Lebrija trae a la Bienal de Sevilla compás y forma. En palabras de Sebastián Bacán Chico, director del espectáculo Luna Nueva, son “los ecos de Pinini, Juaniquín y el chache Bastián, que se mezclan con soníos de cuerda y armonía”. El recuerdo de su padre Pedro Bacán gravita sobre el escenario en la noche oscura de la luna nueva.
“Luz de origen centenario, que recuerda casas antiguas, vida, así vivían. Brilla, que es una nueva noche, noche de Luna Nueva, oscura y escondida. Hoy le toca a las estrellas, sois guías. ¡Olé nuestra Lebrija siempre grande! Surcamos contigo, guía de nuestras vidas”. Toda una intención de vida, una proclama, un universo que brilla con luz propia.
En el cartel, Inés Bacán, cantaora que trae la tradición y la naturalidad creativa de una de las estirpes más fecundas de la historia del flamenco; su hermano Juan Bacán, su eco y forma recuerdan al cante de su padre Bastián; Concha del Lagaña, hija del maestro por seguiriyas Diego “El Lagaña”, su cante por fandangos por soleá es muy preciado; Miguel Funi Hijo, cantaor, matarife y carnicero, gran conocedor de los cantes de Lebrija, Utrera y Sanlúcar. Como artista invitado Javier Heredia y en las cuerdas Antonio Moya, Antonio Malena y Malena Chico. El baile natural y elegante de Fernanda Funi y de Conchita del Lagaña.