Celebración de la memoria flamenca en La Choza imaginaria de Juaniquín

Inés y Juan Bacán nos acercaron a los orígenes y la esencia del flamenco de las familias gitanas del Bajo Guadalquivir

En esa Choza imaginaria de Juaniquín celebramos la memoria. En estos momentos en los que se premia la inmediatez, el instante, se premia a los artistas que surgen de la nada, nosotros reivindicamos la memoria. Porque la memoria no es, como muchos reprochan, anclarse en el pasado. La memoria te dice de dónde vienes, pero también te dice quién eres. La memoria te ayuda a saber hacia dónde vas. De hecho, el poder niega normalmente la recuperación de la memoria porque la siente como una amenaza. La memoria puede llegar a ser un arma revolucionaria, que indica a los pueblos el camino por recorrer.

Formato novedoso para una actividad flamenca. Una charla compartida entre la cantaora Inés Bacán y la periodista Araceli Pardal de LebrijaFlamenca.com. El cante surge durante la conversación, porque Inés se explica cantando, porque Inés rememora su memoria a través del cante. Nos acompañan para más lujo su hermano Juan Bacán y las guitarras de Antonio y Currito Malena.

En el caso del flamenco, la memoria es imprescindible e incuestionable. Escarbamos en la memoria y llegamos al mundo rico cultural de los gitanos andaluces de esta zona del Bajo Guadalquivir. La memoria en el flamenco sirve para reivindicar un patrimonio y también sirve para evolucionar sobre unos pilares sólidos que las familias gitanas conocen. La memoria en el flamenco sirve para cantar con más jondura, para transmitir de esa forma tan universal que muchos llaman patrimonio de la humanidad.

Y en el caso de Inés Bacán, sentada hoy en La Choza de Juaniquín dispuesta a transmitirnos su legado de forma generosa e incondicional como lo hace siempre, la memoria es un privilegio. Inés Bacán forma parte de una de las familias de flamencos gitanos con más tradición musical del mundo. Los Pinini, con ramificaciones familiares en Utrera y en Lebrija, y por extensión en toda esta zona de la margen izquierda del Guadalquivir, pueden ronear de su BENDITA MEMORIA que se descubre a través de la charla y del cante.

Inés Bacán pasó su infancia en Lebrija, rodeada de familiares. Nos cuenta cómo recuerda aquellos años de tu infancia, realmente rodeados de música, en las fiestas, en las bodas. “En mi casa todos cantaban”. Nos cuenta las visitas a Utrera en las que el simple hecho de reunirse, de verse, propiciaba el cante.

Inés empezó a cantar relativamente tarde, no de niña. Sin embargo, fue una buena aficionada y en las fiestas siempre se iba la última porque le gustaba escuchar. Después nos cuenta cómo comenzó a cantar de forma profesional de la mano de su hermano Pedro Bacán. Él vió en ella su potencial. La relación con su hermano fue muy particular, muy íntima. Se querían como hermanos, es obvio, pero había una admiración mutua. Hablamos de una película grabada por una directora de cine francesa, Carole Fierz, que describe de forma magistral esta relación que trasciende lo puramente terrenal. No se sabe si es la música, la guitarra de su hermano, o es el paisaje, la marisma. La película está envuelta en un ambiente muy espiritual.

Recordamos lo que decía Pedro Bacán en ese artículo que él mismo escribió y que se titula EL FLAMENCO, UN ESCALÓN ENTRE ORIENTE Y OCCIDENTE. Pedro dice que la sociedad occidental ha aportado a la música el carácter instrumental, lo colectivo, la partitura, el aprendizaje… por eso hay grandes orquestas y grandes compositores para esas orquestas. Sin embargo y en contraposición, el mundo oriental, de donde vienen los gitanos flamencos, aporta a la música lo íntimo, frente a lo colectivo; la voz, frente a los instrumentos; la transmisión en familia, de generación en generación, la vivencia como algo indisoluble de la música. Lo hemos hablado antes en esta Choza rememorando a Juaniquín. El flamenco o la raíz del flamenco es lo místico, lo espiritual e Inés Bacán es un claro ejemplo de ello.

A estas alturas de la conversación, Inés se entona y nos regala una soleá cantada golpeando la mesa y la sentimos más cercana que nunca.

Seguimos con Pedro Bacán porque es interesante todo lo que dice. Por supuesto para Pedro el compás es lo más importante, igual que dice Inés Bacán en sus clases particulares, todo hay que meterlo a compás. Pedro habla de los modos de la Grecia antigua, el dórico, el frigio, habla de compases binarios y terciarios que se combinan, habla de los microtonos y de la descomposición del sonido en tonalidades a las que no llega la música occidental. Esto hace que el flamenco sea más difícil de escuchar. Requiera más cultura musical, un oído más educado. En eso puede ser que las familias gitanas de esta zona lleven siglos de ventaja.

Hablando de cante: se ha dicho en La Choza en días anteriores que esta manera de cantar, de los que cantan transmitiendo sus vivencias, es imposible de igualar. Por ejemplo el padre de Inés y Juan, Bastián Bacán, o el propio Juaniquín, cantaban expresando un estado de ánimo, cantaban para expresar su propia identidad. Cantaban con una personalidad propia. Para eso está Juan Bacán, para recordarnos los cantes de su padre y de los gitanos andaluces del siglo pasado, aquellos que decían el cante, aquellos privilegiados que han marcado las bases del flamenco.

Es que en el flamenco es muy importante la personalidad de cada artista, o sea, la manera de transmitir de cada artista. Pero el cante no es siempre el mismo, se puede innovar desde la base, desde la tradición o la memoria. La innovación consiste en llevarte el cante a tu terreno. Inés Bacán tiene un arranque magistral y nos demuestra que una misma letra por soleá la puede interpretar de maneras muy diferentes. Y nos deja a todos con la boca abierta.

La charla termina hablando de los cantes propios de esta zona del Bajo Guadalquivir, en la que las familias gitanas mantienen el cante vivo. Y como los buenos recitales flamencos, finaliza por bulerías, el cante destinado “a medir y calibrar la capacidad personal para entronizarse plenamente en la expresión flamenca”, como dice Pedro Peña en su libro Los Gitanos Flamencos, nuestro libro de cabecera en muchas de las actividades que organizamos o colaboramos desde LebrijaFlamenca.com. E Inés se levanta majestuosa por bulerías para dar por finalizada esta noche tan especial en La Choza de Juaniquín.

Flamenco

VI CHOZA DE JUANIQUÍN 2018 en El Cuervo_Bendita Memoria con Inés Bacán

Sobre Araceli Pardal

Periodista. Vivo en Lebrija.
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