CEFERINO GIMÉNEZ MALLA: El riesgo de ser gitano

La celebración del Beato Ceferino tuvo lugar este año 2018 en la Parroquia de San Pío X en el barrio sevillano de Las Tres Mil

La celebración del Beato Ceferino es una ocasión que se da al año de reunir a todos los gitanos y gitanas, principalmente de la provincia de Sevilla, alrededor del altar y después en un rato de convivencia que se convierte en seña de identidad de un pueblo y su expresión más universal, que es el flamenco.

El beato Ceferino fue proclamado santo por su compromiso con los demás, por ser buen gitano y buen cristiano. En torno a su persona se celebra todos los años una misa y se conceden medallas a personas de relevancia en la lucha por los derechos del pueblo gitano.

Flamenco

Celebración de la misa del Beatro Ceferino Sevilla mayo 2018



En este año 2018 fueron condecoradas con las medallas de Ceferino dos buenas mujeres gitanas, en representación de Lebrija: Juana Carrasco y Antonia Peña Carrasco; también los artistas de Utrera Antonio Moya y Mari Peña (que pusieron su arte para la misa cantada), entre otros muchos gitanos y gitanas con responsabilidades. Destacamos en esta página el reconocimiento a Antonio Carmona Fernández, del pueblo granadino de Churriana, por su larga trayectoria de lucha por el pueblo gitano, y a la familia Filigrana, de gran tradición en el barrio sevillano de Triana.

También queremos destacar la medalla a una reconocida gitana Beatriz Micaela Carrillo de los Reyes: Antropóloga. Presidenta de FAKALI (Federación de Asociaciones de Mujeres Gitanas) y AMURADI (Asociación de Mujeres Gitanas Universitarias de Andalucía). Vicepresidenta segunda del Consejo Estatal del Pueblo Gitano. Miembro del Patronato del Instituto de Cultura Gitana. ¡Ahí es nada!

Os dejamos con fotos de la ceremonia y de la imposición de medallas.

Gitanos

Celebración de la misa del Beatro Ceferino Sevilla mayo 2018_Antonio Carmona Fernández

Gitanos

Celebración de la misa del Beatro Ceferino Sevilla mayo 2018

La historia de la lebrijana PEPA VARGAS es la memoria de la mujer flamenca

El libro sobre la vida de Pepa Vargas, escrito por dos profesores de la UPO, se presentó en la Feria del Libro de Sevilla

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Pepa Vargas, Memoria de una Mujer Flamenca 2018

La vida de la lebrijana Pepa Vargas es la memoria viva del flamenco. Esta mujer nacida en Lebrija y emparentada con la familia Fernández de Triana, es el ejemplo básico de la transmisión del cante flamenco y del papel que juegan en la historia del cante las familias gitanas, especialmente las mujeres.

Sabia elección por parte de los profesores Fernando C. Ruiz y Rafael Cáceres de la Universidad Pablo de Olavide, que han querido dejar constancia escrita de la biografía de esta mujer cuya contribución a la historia del flamenco se ha minimizado o invisibilizado, pero que “permite reconstruir el lugar que ha jugado la mujer en el flamenco desde los años 50 hasta la actualidad”.

Se habló mucho de Lebrija en el acto de presentación del libro Pepa Vargas, Memoria de una mujer flamenca en la Feria del Libro de Sevilla. En el acto estuvieron presentes el cantaor Curro Fernández y la hija de ambos, la también artista flamenca Esperanza Fernández. Aunque la vida de Pepa Vargas está unida a su familia en Triana, con la que ha llegado a pisar importantes escenarios flamencos, su origen lebrijano aparece destacado en el libro, que recoge también un contexto histórico que manifiesta la aportación de las familias gitanas de Lebrija a la historia del flamenco.

Reportaje de fotos de la presentación del libro en la Feria del Libro de Sevilla:

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Pepa Vargas, Memoria de una Mujer Flamenca_Feria del Libro de Sevilla 2018

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Pepa Vargas, Memoria de una Mujer Flamenca_Feria del Libro de Sevilla 2018

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Pepa Vargas, Memoria de una Mujer Flamenca_Feria del Libro de Sevilla 2018

BienalNEWS El escritor Felipe Benítez Reyes dará el pregón de la XX Bienel de Flamenco de Sevilla

El pregón de la Bienal tendrá lugar en el Palacio de las Dueñas de Sevilla y será previsiblemente el próximo 6 de septiembre

LA BIENAL INFORMA:

El mismo lugar donde vivió Antonio Machado Álvarez (Demófilo) y donde crecieron sus hijos, Antonio y Manuel Machado, es el escogido por la Bienal para proclamar al mundo el inicio de su vigésima edición. El Palacio de las Dueñas acogerá, tras la jornada festiva que se desarrollará en Triana, el pregón del escritor Felipe Benítez Reyes. Un marco incomparable al que mucho deben el flamenco y la literatura de esta tierra.

Felipe Benítez Reyes nació en la localidad gaditana de Rota en 1960. Entre sus novelas, traducidas a diferentes idiomas, destacan: “La propiedad del paraíso”, “El pensamiento de los monstruos”, “Mercado de espejismos” (con la que obtuvo el Premio Nadal), “El azar y viceversa” y la reciente reedición de “El novio del mundo”. El escritor gaditano también se sumerge en la poesía, tal y como refleja su recopilación en el volumen “Libros de poemas”. Así mismo, entre sus ensayos destacan “Bazar de ingenios” y “Gente del siglo”. De igual modo, sus relatos se encuentran reunidos en “Oficios estelares”. Sus años de experiencias le han permitido traducir a autores como T.S. Eliot, Francis Scott Fitzgerald y Vlaldimir Nabokov.

Benítez Reyes ha recibido el Premio Nacional de Poesía, el Premio Ateneo de Sevilla de Novela, el Premio de la Crítica y el Premio Fundación Loewe de Poesía.

Esta actividad se enmarca dentro de la colaboración que la Bienal de Flamenco mantiene con la Fundación José Manuel Lara. El pasado mes de junio tuvo lugar el ciclo de la Bienal “Diálogos de Flamenco y Literatura”, en el Espacio Santa Clara, contando asimismo con la colaboración de la Fundación. Fueron tres veladas desarrolladas los días 5, 12 y 19 de junio en las que se indagó entre el flamenco y la literatura, buscando las claves comunes entre artistas jondos y figuras literarias. Junto a Benítez Reyes, Luis García Montero y Pilar del Río fueron los escritores invitados.

 “Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla y un huerto claro donde madura el limonero”. Con este extracto del poemario “Campos de Castilla” se refería Antonio Machado al lugar donde nació y donde pasó los primeros años de su infancia. El poeta evoca al Palacio de las Dueñas, lugar que siempre ha guardado encanto y que ha servido de inspiración perfecta para que de sus jardines nazcan versos y compases flamencos.

“Es esta luz de Sevilla…Es el palacio donde nací, con su rumor de fuente”, afirmaba Machado. Mucho debe este célebre poeta de la Generación del 98 a su padre, Antonio Machado Álvarez, conocido popularmente por su seudónimo, Demófilo. Además de escritor y antropólogo, Demófilo fue un gran folclorista español, siendo capaz de implantar las primeras bases de la organización Folclore Andaluz en Sevilla, una sociedad para la recopilación y el estudio del saber y las tradiciones populares. De este modo, se inició la creación de sociedades regionales y locales en función de sus peculiaridades lingüísticas, geográficas y culturales de las distintas comarcas de España. Ha querido el destino que, precisamente en el año en el que se conmemora el 125 aniversario de su muerte, la Bienal celebre su veinte cumpleaños en el Palacio de las Dueñas.

Construido entre los siglos XV y XVI, el Palacio de las Dueñas debe su nombre al desaparecido monasterio de Santa María de las Dueñas, demolido a mediados del siglo XIX. Su origen fue la casa-palacio de los Pineda, siendo heredado años más tarde por Fernando Enríquez de Ribera, padre de Antonia Enríquez de Ribera, casada en 1612 con Fernando Álvarez de Toledo quien acabaría convirtiéndose en el sexto duque de Alba. Desde esa fecha el palacio pertenece a la Casa de Alba. Ya en el siglo XIX, este espacio fue convertido en casa de vecinos.

Durante el pasado siglo, Las Dueñas ha sido punto de encuentro de miembros de diferentes dinastías europeas y personalidades diversas del mundo de la cultura, la política y el arte internacional. Así pues, figuras tan ilustres como la Emperatriz Eugenia de Montijo, Eduardo VIII y su hermano Jorge VI o Alfonso XIII han paseado entre los muros de este palacio enclavado en el corazón de la ciudad.

El de este año será el cuarto pregón de la Bienal, recuperándose así un acto que entronca directamente con su historia. En la primera edición, en 1980, el poeta y ensayista Luis Rosales fue el encargado de pregonar el flamenco en Sevilla. El segundo fue hace catorce años, durante la XIII Bienal (2004), y estuvo a cargo de José Luis Ortiz Nuevo en las Reales Atarazanas. El tercero tuvo lugar en el claustro del Espacio Santa Clara a cargo de Antonio Hernández. Felipe Benítez Reyes toma así el testigo en un año importante para la Bienal, el de su veinte aniversario.

La Bienal de Flamenco es un proyecto del Instituto de la Cultura y las Artes (ICAS) del ayuntamiento de Sevilla, y cuenta con la colaboración institucional de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (IANEM) del Ministerio de Cultura y de la Diputación de Sevilla.