La web LebrijaFlamenca.com ofrece un itinerario cultural por los lugares donde se siente y se aprende el flamenco
Los gitanos llegaron a la Península Ibérica en el siglo XV tras atravesar toda Europa. En 1492 está datado el primer documento que da fe de la entrada de los gitanos en Andalucía por Jaén. Cuando llegaron a estas tierras del Bajo Guadalquivir, es probable que ya hubiera gitanos provenientes de Grecia y de norte de África.
Se trata de la minoría étnica más numerosa en España y en Andalucía viven más de la mitad de los gitanos españoles. Tras siglos de persecuciones, los gitanos han sufrido leyes injustas y discriminatorias hasta la Constitución Española vigente en nuestros días de 1978. Estas décadas han facilitado la convivencia, y en Lebrija y las localidades vecinas del Bajo Guadalquivir no existen conflictos derivados de la diferencia entre etnias. Como colectivo, sufren los mismos problemas sociales y económicos que sufre el resto de la sociedad.
Han llegado los tiempos del reconocimiento. El colectivo gitano tiene una identidad cultural propia, un pasado común, una lengua, unos valores y unas costumbres que conservan con orgullo. Se trata de reconocer lo que el colectivo gitano ha aportado y aporta a la cultura española, y andaluza en particular. Por ejemplo, el castellano le debe más de 200 terminos al romanó, sin que esto se reconozca en la Real Academia de la Lengua ni se sepa por parte de la mayoría de los hispano hablantes.
Jornadas Provinciales de Flamenco 2016
Y de manera particular, las familias gitanas tienen un patrimonio que es reconocido como patrimonio inmaterial de la humanidad: el flamenco. El flamenco se mantiene vivo en el seno de las familias gitanas de Lebrija. Los artistas que han triunfado en el panorama internacional, y otros que no han pasado al plano profesional, proceden de las familias cantaoras de Lebrija. Es una expresión cultural, y una forma de compartir el espacio, que surge de forma espontánea, incluso en los lugares de trabajo, y tiene sus mejores momentos en los encuentros familiares y las fiestas gitanas.
Jornadas Provinciales de Flamenco 2016
Lebrija tiene una forma flamenca particular. Un compás diferente. Según los estudiosos, de esta zona proceden el 80% de las formas flamencas actuales. Se trata del flamenco más primitivo, el más viejo, el más rancio. Los palos fundamentales son la soleá, la seguiriya y las bulerías, con sus variedades más autóctonas. Y a la vez, el flamenco se mantiene vivo y en continua evolución. Los artistas, en primera fila del panorama flamenco, han experimentado desde el conocimiento y la raiz.
El flamenco salta, de manera paulatina, de la intimidad de las familias gitanas a los escenarios y se va profesionalizando. La primera fiesta reconocida en un cartel como baile de los gitanos si sitúa en la venta lebrijana del Caparrós y está datada en el año 1781. Poco a poco las fiestas se ofrecen a un público más general y en el año 1966 nace uno de los más importantes festivales de flamenco: la Caracolá Lebrijana, que ha cumplido 50 años ininterrumpidos con los mejores artistas en el cartel.
Ruta Escolar por la Lebrija Flamenca
La ciudad de Lebrija es un instrumento fundamental para acercarse al flamenco. La Ruta Escolar de Lebrija Flamenca nos muestra los lugares en los que se siente el flamenco, emblemáticos en la historia de este arte universal. Las gañanías, las ventas, las marismas, el paisaje nos habla de la cultura flamenca. Cantaores que crearon formas propias, como Juaniquín y El Chozas. Las bodegas, los patios donde convivían varias familias gitanas, la Casa de la Cultura, la plaza del Hospitalillo, el mercado, la Peña Flamenca o la estatua de Pedro Bacán, que da la bienvenida al municipio, son lugares que merece la pena visitar y obligatorios para aquellos apasionados del flamenco a los que les gusta entender y desean aprender sobre un arte que forma parte de la cultura andaluza.
Estas cuatro niñas, estudiantes de la ESO, nos muestran los lugares más destacados de la RUTA ESCOLAR POR LA LEBRIJA FLAMENCA:
