Los 5 MEJORES MOMENTOS de La II Pascua de los Gitanos

La lista de artistas es tan larga que elegir los mejores momentos deja a muchos de ellos fuera de la selección

El número de artistas que componen el cartel de La II Pascua de los Gitanos es tan larga, que elegir los 5 mejores momentos del espectáculo deja fuera a muchos de ellos. Para colmo, los artistas invitados se entregaron también tanto, que protagonizan más de un momento inolvidable, de los que hacen historia.

Hacemos un gran esfuerzo y recordamos los momentos que más se nos han quedado grabados en la retina y en la memoria emocional:

Momento 1: David Peña Dorantes acompaña a Pitingo por bulerías. Después de interpretar al piano uno de sus temas a los que nos tiene más acostumbrados, Dorantes hace lo que (suponemos) hace en su casa por Navidad: acompañar al cante por fiestas. Entre los dos artistas hay complicidad, esta pareja va a dar más que hablar. Y además, se suma al momento la bailaora Carmen Ledesma, que de forma improvisada, nos hace un baile fugaz por bulerías.

Zambomba Flamenca

LA II PASCUA DE LOS GITANOS_Pintingo, Dorantes y Carmen Ledesma

Momento 2: Vuelve a protagonizar Dorantes uno de los mejores momentos de La Pascua. Comienza con Orobroy, que no por ser un tema muy conocido en Lebrija deja de emocionar al público. El coro tararea la parte cantada, y esto sirve para mencionar al grupo de cantaoras capitaneado por Rocío La Turronera que llevaba el ritmo del espectáculo. Y aparece Luis de Chimenea y canta una nana que termina emocionándolo a él mismo. Mucha fuerza tiene este segundo momento.

Zambomba Flamenca

LA II PASCUA DE LOS GITANOS_Luis de Chimenea acompañado de Dorantes

Momento 3: Nada más aparecer Los Morancos en el escenario levantan al público. Suben la temperatura del teatro con sus bromas y sus chistes y cantan y bailan por bulerías deleitando no solo al patio de butacas, sino a todos y cada uno de los artistas, que los acompañan con palmas sobre el escenario.

Zambomba Flamenca

LA II PASCUA DE LOS GITANOS_Los Morancos

Momento 4: Este cuarto momento es más íntimo. María Fernández Terremoto canta el villancico que le enseñó su padre Diciembre, acompañada por la guitarra de Pedro María Peña, director musical del espectáculo. Por cierto, que pudimos escuchar en público al hijo del guitarrista Pedro Peña junior, que dejó bien claro de qué fuente está bebiendo en esto del cante.

Momento 5: Una voz dulce de Utrera nos canta el clásico villancico flamenco del Patriarca Manuel. En este caso, Jesús de la Frasquita nos merece esta mención por su cante pausado y lleno de melancolía.

Zambomba Flamenca

LA II PASCUA DE LOS GITANOS_Jesús de la Frasquita

Vamos a acabar este artículo escuchando a Jesús de la Frasquita:

 

Luis de Chimenea en Vejer de la Frontera

Luis de Chimenea en Vejer de la Frontera

La Bien Pagá presenta en Vejer a Luis de Chimenea de la siguiente manera: “El próximo viernes nos visitará nuestro amigo Luis Aguilera. Gitano de Lebrija, cuyo arte y buen hacer en esto del cante jondo está haciéndolo ser cada vez más reclamado por los buenos aficionados. El pasado 20 de diciembre estrenó su espectáculo “La Pascua de los Gitanos”, donde ha contado, entre otros, con la colaboración de artistas de la talla de Dorantes, Pitingo o Rycardo Moreno”.

flamenco

CARTEL Luis de Chimenea en Vejer

ACTUACIÓN FLAMENCA

Lugar: La Bien Pagá de Vejer de la Frontera (Cádiz).

Día: Viernes, 27 de diciembre de 2013.

A partir de las 21 horas.

Canta: Luis de Chimenea.

Guitarra: Antonio Malena.

 

 

 

 

 

 

Los Morancos entusiasmaron al público y al resto de artistas de La Pascua de los Gitanos

Los artistas, convocados por Luis de Chimenea, se entregaron al máximo para contar cómo viven la Pascua los gitanos

Luis de Chimenea, con la dirección musical de Pedro María Peña, colgaron el cartel de no hay entradas en menos de  un mes. Llamando a la puerta de tía Ana la Turronera que, sentada entre el público, contesta a Luis de Chimenea. Así se abre el telón del Teatro Municipal “Juan Bernabé” y como si llegaran de la calle, todos los miembros del grupo acceden al escenario por el patio de butacas. El espectáculo duró entre dos horas y media o tres y, la verdad, se nos hizo corto. Sergio Pérez fue el encargado de abrir el turno de los solistas, dejándonos muy buen sabor de boca.

Jesús de la Frasquita nos cantó un villancico que solo se canta con el alma, para que al salir por la garganta estalle al son del corazón,  como martillo de fragua que templando la voz, al fuego intenso del alma, nos regala la emoción.

Con María Marquez  llega la alegría sonora de la bulerías, metiéndonos el ritmo en el cuerpo, haciéndonos sonreir  y disfrutar acaparando todos nuestros sentidos, para acabar en un sonoro aplauso unánime del público. Hay que destacar las voces del coro, que estuvieron a la altura de los artistas: Rocío la Turronera, llevando la batuta del grupo.

María Fernandez Terremoto lleva consigo la plenitud de su corazón en el fondo del alma, acariciando cada palabra, cada compás, con los dedos de la calidez de su voz, haciendo que penetrase dentro de nosotros. Nos cantó Diciembre, un villancico que acostumbraba a cantar su padre en estas fechas. Regocijándose con su presencia nos puso los sentimientos a flor de piel rompiendo la nostalgia y abriendo una ventana en el cielo.

Este espectáculo no es otra cosa que mostrar al mundo cómo se viven las Pascuas en las familias gitana. Por eso Pitingo; por eso, David Peña Dorantes; por eso, los Morancos; por eso, Rycardo Moreno, y por eso todos y cada uno de los artistas que Luis de Chimenea ha conseguido reunir, con mucho esfuerzo dicho se de paso, en este escenario , se entregan al máximo. Porque contar esto es hablar de nosotros, de ellos, de nuestros padres, de nuestros abuelos, de los nuestros…

Rycardo Moreno no solo es artista, es un creador; por eso en esta ocasión, acompaña a Luis de Chimenea e interpretan  un villancico al que Luis le da garra y Rycardo le da la originalidad de su guitarra, sin abandonar el toque flamenco, consiguiendo una actuación con sonidos nuevos.

Zambomba Flamenca

La II Pascua de los Gitanos 2013_Luis de Chimenea y Rycardo Moreno

Pitingo se acompañó del piano de Dorantes para empezar a cantar el famoso villancico Noche de Paz. Solo canto la primera estrofa pues apartir de la segunda empezo a cantar villancicos por bulerias al son del piano, cantando siempre con su sello personal que lo ha hecho triunfar como artista flamenco y gitano. Lo demostro en la caracola y lo volvio a demostrar en la Pascua del chimenea.

Tuvimos la oportulidad, muchos de nosotros, de escuchar por primera vez al hijo de Pedro María Peña, Pedro Peña, dejando muy bien constatado de qué fuente está bebiendo . Manuel de Angustias, con su peculiar soniquete, nos recordó los cantes de Utrera. Y con Luis Malena nos vinimos a Lebrija, con un villancico tradicional.

David Peña Dorantes comenzó su actuación con uno de sus últimos temas. Al poco empezaron a sonar unas notas que enseguida el público y  los artistas que lo acompañaban en el escenario reconocimos al instante. De improviso, el coro cantaba el estribillo; y es que para mí particularmente, ni Gelem Gelem ni nada, el himno de los gitanos, al menos de los gitanos de aquí, es Orobroy, no existe partitura que me emocione más en relación con mi cultura.

Saltó al escenario Luis de Chimenea para interpretar junto a Dorantes una nana, la nana que con una fuerza sacada de lo más  hondo de su alma y siendo mecida por el piano de David, acabó derramando lágrimas de corazón, emocionando al público y al propio Luis de Chimenea, conquistando así la noche del viernes 20 de diciembre.

El apoyo musical lo daba Bella Granado del Toro con su flauta, colaboradora habitual de Chimenea. El lado derecho del escenario estaba ocupado por percusionistas. Un buen sonido, buena dirección musical la de Pedro María Peña; la guitarra de Antonio Malena; los percusionistas Manuel Reina y Ángel Peña, y la colaboración especial de mi hijo Mario Carrasco.

Y llegó el momento espectacular de Los Morancos. Acompañados por todos los artistas en el escenario hicieron las delicias de todos, se cantaron y bailaron por bulerías como solo ellos saben hacerlo, haciendo suya la parte final y tronchando de risa a todos sin excepción.